El león
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EL LEÓN
El león hace gala de todo un aparato atemorizador e imponente que resulta de lo más inapropiado para un cazador. La flotante melena negra de los leones de montaña, la voz de trueno, las arrogantes posturas en los altos de los collados o en las cuerdas, forman parte de todo un sistema bélico que los machos ponen en juego para asustar a sus competidores; para que los vecinos líderes de otras tribus leoninas sepan que sus territorios de caza están defendidos por un león poderoso, en la flor de la edad.
Pero la especialización de los leones adultos en la delimitación y defensa de las fronteras de sus feudos no siempre se reduce a las imponentes actitudes de parada. Con frecuencia, los machos competidores libran batallas titánicas en la que no es raro que muera uno de los contendientes o queden muy malheridos. El más fuerte y hermoso de los leones que he observado y filmado fue encontrado muerto y semidevorado, una mañana, por los guardianes de la reserva del Ngorongoro. Durante toda la noche escucharon los terribles rugidos que acompañaban a las luchas territoriales. Al parecer, un león de melena roja, campeón de una horda vecina, mató al macho de la montaña aprovechándose de que éste estaba inútil, con una de sus zarpas hinchada como consecuencia de una espina infectada.
Esto explica mi afirmación de que los leones machos se asemejan más que ninguna otra criatura a los épicos monarcas medievales o a los heroicos guerreros de la "Iliada". Adornadas sus imponentes cabezas con el penacho de sus crines, sin malgastar sus energías en la caza o en los deberes familiares, pregonando a los cuatro vientos sus derechos sobre la propiedad de su feudo, los leones adultos y dominantes son mantenidos por las hembras y los machos jóvenes de sus hordas. Porque para la sociedad de los grandes felinos resulta más vital que la propia caza la garantía de posesión de un amplio territorio, donde no puedan penetrar otros congéneres, para que se conserve así la elevada densidad de animales herbívoros que la tribu necesita para alimentarse.
Pero, además de la lucha con los machos de otras hordas, en el seno de los propios grupos existe siempre una rígida jerarquización entre los leones adultos y semiadultos. Y tan pronto como un líder pierde facultades por la edad o por lesiones recibidas en un combate, su inmediato inferior lo desafía y ocupa inexorablemente su puesto si vence en el duelo.
Félix Rodríguez de la Fuente.
Instrucciones: Rodea con un círculo una de las siguientes letras: a, b y c.
PRUEBA DE COMPRENSIÓN1. La principal misión del león es:a) La caza.b) La vigilancia.c) La defensa de su territorio.
2. La gran melena negra del león sirve para:a) Asustar a sus competidores.b) Cazar.c) Comunicarse con otros leones.
3. A veces los leones machos:a) Se dedican a cazar.b) Libran fuertes batallas.c) Ceden sus territorios.
4. Un fuerte león fue encontrado muerto en:a) Ngorondoro.b) Sudáfrica.c) Nigeria.
5. El león de Ngorongoro fue derrotado porque:a) Era viejo.b) Tenía una zarpa infectada.c) Se descuidó en la pelea.
6. El león de Ngorongoro estuvo luchando:a) Durante la mañana.b) Durante la tarde.c) Durante la noche.
7. El león de Ngorongoro fue derrotado por:a) Un león de melena roja.b) Un león de melena parda.c) Un león de melena negra.
8. Los leones machos se asemejan a:a) Los guerreros prehistóricos.b) Los monarcas épicos medievales.c) Las legiones modernas.
9. ¿Quién se dedica a la caza?a) Los leones machos.b) Solamente las hembras.c) Las hembras y machos jóvenes.
10. Se produce un cambio de líder por:a) La pérdida de facultades o por heridas.b) Acuerdo mutuo entre los machos.c) Rotación
Robinson Crusoe
Estaba yo en la cumbre de la colina, en la parte este de la isla, desde donde en un día despejado había llegado a divisar el continente americano, cuando Viernes miró muy atentamente hacia el continente y en una especie de arrebato, empezó a brincar y a bailar y me llamó a gritos, porque yo estaba a cierta distancia de él. Le pregunté que qué le pasaba.
-¡Oh, alegría! -dijo-. ¡Oh, alegre! ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!
Observé que una inmensa sensación de placer aparecía en su rostro, y que sus ojos centelleaban, y que sus ademanes revelaban un ansia extraordinaria, como si quisiera volver de nuevo a su tierra. Esta observación mía me sugirió muchas ideas, que en un principio me hicieron no estar tan tranquilo respecto de mi nuevo criado Viernes como lo estaba antes. No tenía ninguna duda de que si Viernes podía regresar con su pueblo, no sólo olvidaría toda su religión, sino también toda su gratitud para conmigo; y también que sería lo suficientemente osado como para hablar de mí a los suyos, regresar con un centenar o dos de ellos, y hacer un festín conmigo, lo cual le produciría tanto júbilo como el que solía sentir con los de sus enemigos cuando eran hechos prisioneros en la guerra. Pero era muy injusto con aquel pobre ser honrado, lo cual lamenté más adelante.
Como mi recelo aumentaba hasta llegar a dominarme, durante varias semanas estuve un poco más circunspecto, y no tan familiar y amable con él como antes.
Al cabo de varios días, sondeé a Viernes y le dije que le daría un bote para volver a su tierra; y así fue como le llevé a ver a mi chalupa, que se hallaba en el otro lado de la isla, y tras haberla vaciado de agua, porque yo siempre la mantenía hundida, la puse a flote, se la enseñé y los dos nos metimos dentro. Vi que era habilísimo en maniobrar con ella, que sabía hacerla navegar casi con tanta ligereza y rapidez como yo mismo; así que cuando él estuvo dentro le dije:
-Bueno, Viernes, ¿vamos a tu tierra?
Se quedó como alelado al oírme decir esto, al parecer porque creía que el bote era demasiado pequeño para ir tan lejos. Entonces le dije que tenía otro mayor; así es que al día siguiente fui hacia el lugar donde estaba el primer bote que había hecho, pero que no pude llevar hasta el agua. El dijo que aquél era lo suficientemente grande; pero lo que pasaba era que como yo no me había cuidado de él, y había estado allí veintidós o veintitrés años, el sol lo había resquebrajado y resecado, de manera que estaba inservible. Viernes me dijo que un bote así iría muy bien y podría llevar "mucho bastante víveres, bebida, pan", que así era como hablaba.
Estaba ya por este tiempo tan obsesionado por mi propósito de cruzar el mar con él y llegar hasta el continente, que después de todo aquello le dije que íbamos a hacer un bote tan grande como ése para que él pudiera volver a su país. No respondió ni una palabra, pero se quedó muy serio y triste. Le pregunté qué le pasaba. Y él a su vez me hizo esta pregunta: -¿Por qué muy enfadado con Viernes? ¿Qué hacer yo?
Le pregunté que qué quería decir con esto y le aclaré que yo no estaba en absoluto enfadado con él. -¡No enfadado! ¡No enfadado! -exclamó repitiendo varias veces las palabras-. ¿Por qué enviar Viernes fuera de casa a mi tierra?
-¡Cómo! ¿No decías que querrías estar allí?
-Sí, sí -respondió-, querer estar allí los dos, no querer Viernes allí y amo no allí. En una palabra, no le cabía en la cabeza irse sin mí.
-Pero, Viernes -dije-, si me voy contigo, ¿qué voy a hacer yo allí?
A esto me replicó con mucha viveza:
-Tú hacer mucho, mucho bien, tú enseñar hombres salvajes ser hombres buenos, sabios, pacíficos; tú enseñarles conocer Dios, rezar Dios y vivir vida nueva.
-¡Ay, Viernes! -dije-, no sabes lo que dices, yo no soy más que un ignorante.
-Sí, sí -insistió-, tú enseñarme bien, tú enseñar ellos bien.
-No, no, Viernes, irás sin mí, me dejarás aquí viviendo solo como antes.
De nuevo pareció quedarse muy confuso ante estas palabras, y precipitándose sobre una de las destrales que solía llevar, la cogió apresuradamente, vino hacia mí y me la dio.
-¿Qué tengo que hacer con esto? -le pregunté.
-Tú matar Viernes -dijo.
-¿Y por qué tengo que matarte?
Replicó con mucha viveza:
-¿Por qué enviar lejos Viernes? Coger, matar Viernes; ¿no enviar lejos Viernes?
Esto lo decía con tanta emoción que vi lágrimas en sus ojos. En una palabra, que vi con tal evidencia el extremado afecto que me profesaba y lo firme de su resolución, que le dije entonces, y se lo repetí a menudo más adelante, que nunca lo enviaría lejos de mí, si él quería quedarse conmigo.
Daniel Defoe. Robinson Crusoe
Instrucciones: Rodea con un círculo una de las siguientes letras: a, b y c.
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
1.- ¿Cómo se llamaba el amigo de Robinson?a) Miércoles.b) Jueves.c) Viernes.
2.- ¿Qué dijo Viernes al divisar el continente americano?a) Quiero irme a mi tierra.b) ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!c) ¡Quiero dejarte solo en la isla!
3.- Robinson pensaba que si Viernes se marchaba:a) Olvidaría toda su religión y la gratitud para con él.b) El se quedaría muy triste.c) Se moriría de pena.
4.- Robinson estaba circunspecto o reservado porque:a) Tenía miedo de quedarse solo.b) Aumentaba su recelo.c) Sentía tristeza.
5.- El bote grande estuvo al sol durante:a) Doce o trece años.b) Veinte o veintiún años.c) Veintidós o veintitrés años.
6.- ¿Cómo estaba el bote grande?a) Sin pintura.b) Inservible.c) Abandonado.
7.- Robinson le propuso a Viernes:a) Hacer un bote grande.b) Hacer dos botes.c) Irse con el bote pequeño.
8.- ¿Por qué Viernes se quedó serio y triste?a) Porque abandonaba la isla.b) Porque se iban a separar.c) Porque no tendría compañía.
9.- ¿Qué podía enseñarles Robinson a los amigos de Viernes?a) A pescar.b) A hacer botes.c) A conocer a Dios, a rezar y a vivir una vida nueva.
10.- ¿Qué virtud tenía Viernes?a) La fidelidad.b) La fortaleza.c) La sabiduría.
LEALTAD
Yo, tu Ordenador, no tengo capacidad de "traicionarte".Sería un "traidor", si faltara conscientemente al compromiso de ofrecerte los datos que me pides. Si alguna vez te fallo, no me digas "traidor";consulta más bien a un técnico de ordenadores. No soy más que una máquina sin alma y sin sentimientos. En mí no cabe la "traición" ni tampoco la lealtad que es la virtud opuesta. La lealtad es cosa de personas leales como serás tú.
No es fácil explicar qué es la lealtad. Una idea vaga ya te he dado, al indicarte que su contraria es la traición. Mas, aunque difícil, lo voy a intentar. ¿Me ayudas?
A lo largo de la vida, las personas se asocian, se unen a otras personas, a grupos, a instituciones. Cuando decimos que "pertenecemos" a tal familia, a tal club, a tal colegio, etc., queremos expresar esto: que nos hemos vinculado de una manera o de otra a un grupo determinado.
Ya te has dado cuenta de que se repite la palabra "vínculo", "vincularse", "pertenecer a...". Esto es fundamental para la lealtad. No es necesario que esta vinculación se manifieste con palabras o escritos. Ordinariamente, los hijos o los amigos no hacen declaraciones de pertenencia. La amistad y la familia tienen unos vínculos implícitos, que se sobreentienden, y basta.
Lealtad, pues, es comprometerse a mantener los vínculos que hemos contraído con los demás (amigos, familiares, colegio, club, etc.) reforzando y protegiendo los valores que hay en ellos (amistad, familia, deporte, etc.).
Otra manera, más breve y clara, sería: mantener y cumplir la palabra dada.
Concretando. Una persona es leal cuando se mantiene unida al grupo o persona con la que se ha vinculado. Cuando protege, apoya y defiende los valores (de amistad, deportivos, familiares, religiosos, etc.) que promueve la institución a la que se ha vinculado.
Si en un momento determinado, surge un conflicto, es decir que no se puede ser leal al mismo tiempo con el amigo y con el club, por ejemplo, la lealtad nos tiene que llevar a decidir, según la mayor importancia de los valores de las instituciones en conflicto. Y una vez tomada la decisión, debemos explicar, por lealtad a la parte que pudiera sentirse traicionada, las razones de nuestra decisión. Se cumple así aquello de que "el que avisa no es traidor".
Te educarás en la lealtad:
* Desarrollando en ti el sentido del honor.
* Teniendo en cuenta la dignidad de los demás.
* Actuando con responsabilidad.
* Siendo constante y fiel en el cumplimiento de tu deberes.
* No haciendo trampas en los juegos.
* Aceptando de corazón las normas de la institución a la que te has vinculado.
Una persona leal garantiza la estabilidad y la buena marcha de las instituciones. De la amistad, sobre todo. Es pilar firme en el que se apoyan los otros. ¿No te gustaría ser así?
Don Samuel Valero
PRUEBA DE COMPRENSIÓN1.- Lo contrario de "lealtad" es:a) No saber corresponder.b) La ignorancia.c) La traición.
2.- Los vínculos de amistad y de familia:a) Se sobreentienden.b) Son escritos.c) Se manifiestan de palabra.
3.- La lealtad lleva a reforzar y proteger los valores del grupo:a) Nunca.b) Siempre.c) A veces.
4.- Ser consecuente con la palabra dada es:a) Lealtad.b) Amistad.c) Nobleza.
5.- Una de estas acciones no desarrolla la lealtad:a) Desarrollando el sentido del honor.b) Respetando la dignidad de los demás.c) Desarrollando el sentido del humor.
6.- La vinculación a un grupo se manifiesta con:a) Palabras.b) Escritos.c) No es necesario manifestarlo.
7.- El comprometerse a mantener unos vínculos es:a) Amistad.b) Lealtad.c) Nobleza.
8.- El que se mantiene unido al grupo al que se ha vinculado es:a) Leal.b) Educado.c) Formal.
9.- Si surge conflicto ante dos instituciones, hay que decidirse por:a) La que tenga mayor número de componentes.b) La que tenga valores más importantes.c) La que sea más influyente.
10.- Una de estas conductas no educa la lealtad:a) Cambiar de amigos con frecuencia.b) Actuar con responsabilidad.c) Ser constante en el cumplimiento de los deberes.
ODISEA
Apenas el sol se puso y sobrevino la oscuridad, Circe me cogió de la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose cerca de mí, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras:
-Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde: llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a su hogar; las sirenas le hechizan con el sonoro canto, sentadas en una pradera en el centro de un enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanca, mas si tú deseas oírlas, haz que te aten los pies y manos a la parte inferior del mástil, y que las sogas se liguen a él: así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y en caso de que supliques o mandes a los compañeros que te suelten, atente con más lazos todavía.
Así dijo; y al punto apareció la Aurora, de áureo trono. La divina entre las diosas se internó en la isla, y yo, encaminándome al bajel, ordené a mis compañeros que subieran a la nave y desataran las amarras. Embarcáronse acto seguido y, sentándose por orden en los bancos, comenzaron a batir con los remos el espumoso mar. Por detrás de la nave de azulada proa soplaba próspero viento que henchía la vela; buen compañero que nos mandó Circe, la de lindas trenzas, deidad poderosa, dotada de voz.
Colocados los aparejos cada uno en su sitio, nos sentamos en la nave, que era conducida por el viento y el piloto. Entonces alcé la voz a mis compañeros, con el corazón triste, y les hablé de este modo:
-¡Oh amigos! No conviene que sean únicamente uno o dos quienes conozcan los vaticinios que me reveló Circe, la divina entre las diosas; y os los voy a contar para que, sabedores de ellos, o muramos o nos salvemos, librándonos de la Parca. Nos ordena lo primero rehuir la voz de las divinales sirenas y el florido prado en que éstas habitan. Sólo yo debo oírlas; pero atadme con fuertes lazos, en pie y arrimado a la parte inferior del mástil para que me esté allí sin moverme. Y en el caso de que os ruegue o mande que me soltéis, atadme con más lazos todavía.
Mientras hablaba, la nave llegó muy presto a la isla de las sirenas, pues la empujaba un viento favorable. Desde aquel instante echose el viento y reinó sosegada calma, pues algún numen adormeció las olas. Levantáronse mis compañeros, amainaron las velas y pusiérolas en la nave; y, habiéndose sentado nuevamente en los bancos, emblanquecían el agua, agitándola con los remos de pulimentado abeto. Tomé al instante un gran pan de cera y lo partí con el agudo bronce en pedacitos, que me puse luego a apretar con mis robustas manos. Pronto se calentó la cera, porque hubo de ceder a la gran fuerza y a los rayos del soberano Sol, y fui tapando con ella los oídos de todos los compañeros. Atáronme éstos en la nave, de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mástil; ligaron las sogas al mismo; y, sentándose en los bancos, tornaron a batir con los remos el espumoso mar. Hicimos andar la nave muy rápidamente, y, al hallarnos tan cerca de la orilla que allá pudieran llegar nuestras voces, no les pasó inadvertido a las sirenas que la ligera embarcación navegaba a poca distancia y empezaron un sonoro canto.
-¡Ea, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén la nave para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera la suave voz que fluye de nuestra boca, sino que se van todos, después de recrearse con ella, sabiendo más que antes, pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya griegos y troyanos por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuánto ocurre en la fértil tierra.
Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con ganas de oírlas, y moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen; pero todos se inclinaron y se pusieron a remar. Y, levantándose al punto Perimedes y Euríloco, atáronme con nuevos lazos, que me sujetaban más reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la cera con que había yo tapado sus oídos y me soltaron las ligaduras.
HOMERO.
Odisea
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
1.- ¿Quién le enseñó a Ulises cómo librarse de las sirenas?a) La diosa Parca.b) La Aurora.c) La diosa Circe.
2.- ¿Qué hacían las sirenas con los hombres que se acercaban?a) Los encantaban.b) Los mataban.c) Los dormían.
3.- ¿Qué medios usaban las sirenas para hechizar?a) Su conversación.b) Un sonoro canto.c) Sus gritos.
4.- ¿Qué tenía que hacer Ulises con los marineros?a) Taparles los oídos con cera.b) Atarlos a un mástil.c) Taparles los ojos.
5.- ¿Cómo debía estar Ulises?.a) Con las orejas tapadas de cera blanca.b) Atado a la parte inferior del mástil.c) Con los ojos tapados.
6.- ¿Con qué les premió Circe?a) Con un mar en calma.b) Con una mañana espléndida.c) Con un viento favorable.
7.- Los marineros no debían oír a las sirenas ni:a) Dejarse invitar por ellas.b) Pisar el florido prado en que las sirenas habitan.c) Comer lo que les dieran.
8.- ¿Qué pidieron las sirenas a Ulises?a) Que detuviera la nave.b) Que subieran a la isla.c) Que comieran lo que les ofrecían.
9.- ¿Quién ató de nuevo a Ulises?a) La diosa Circe.b) La diosa Parca.c) Perimedes y Euríloco.
10.- ¿Detuvieron la nave para oír a las sirenas?a) Si.b) No.c) Un poco.
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